
El principio de esta historia está en un pequeño pueblo colombiano entre el mar y la montaña; en las mañanas y las tardes que pasábamos sembrando y cuidando nuestra tierra. La limonaria, la albahaca, la hierbabuena, fueron rociando nuestra vida con sabor y alegría.
“Fresco y local”
Llegaron otras hierbas, vegetales, frutas y decidimos compartirlas a través de nuestras manos: Del huerto a la mesa.
“Fresco y local” -decíamos como loros- mientras otros pájaros humanos iban y venían. Era nuestra primera temporada como hostal-restaurante. Casa Semilla, lo llamamos, y en la fertilidad de nuestro suelo lo vimos crecer.
Un año más tarde abrimos un pequeño restaurante familiar. Tan pequeño como tres mesas en la calle principal de Palomino. El pueblo crecía rápidamente a través del auge turístico y allí en la 6ª, entre viajeros de todas partes, aparecieron manos amigas que ofrendaron de su energía y trabajo.
Nuevo nombre y nueva sede, pero la misma identidad
Decidimos llamarlo Los 7 Mares por la aventura a la que invita la expresión. Porque vivimos a la orilla de uno maravilloso y sabemos que poner un pie en el Caribe es poner un pie en el mundo. Porque el mar es nacimiento; es padre y madre; principio y fin de este planeta.
Dos años después zarpamos por el Caribe y recalamos en nuestro segundo puerto: una de las bahías más encantadoras del nuevo mundo; Santa Marta. En un piso alto con vista 360° y frente al mar, empezamos a llenar nuestra bitácora de atardeceres.
Para amantes de la gastronomía: salud y placer
Nos ha inspirado siempre el corazón compartir una cocina casera y creativa, amorosa en la selección de sus ingredientes y apasionada en su preparación hasta lograr una experiencia que haga volar la cabeza y el paladar.
Es maravillosa esta sensación de preguntarnos, ya con los pies en el agua: ¿Es la ola sobre la orilla el final del viaje o el principio para regresar? ¡La aventura está en el horizonte!
Habrás de preparar tus cinco sentidos y otros más, para este viaje por Los 7 mares. ¡Lánzate!